Los desprendimientos
retinales (DR) en ROP pueden desarrollarse en pacientes que no han
sido sometidos a screening y no han sido tratados previamente con
láser o crioterapia o bien en aquellos pacientes con ROP
severas que pese al tratamiento adecuado desarrollan este problema
(5%-6%).
Los DR puedes ser totales o parciales, y estos a su vez
con o sin compromiso macular. Se clasifican en :
4A: DR parcial sin compromiso macular.
4B: DR parcial con compromiso macular
5: DR total
Etapa 4A
Etapa 4A
Etapa
5
Los DR parciales son inestables y cambian a un
estado más desfavorable con el tiempo. En el Cryo-ROP study,
aquellos desprendimientos de retina que fueron 4A a los 3 meses,
solamente el 9.6% lo seguía siendo al ser reevaluados a los
4 ½ años. El resto había evolucionado a estados
más desfavorables como 4B o 5. Los ojos que fueron catalogados
como 4B a los 3 meses, sólo el 14% continuaba siendo 4B a
los 4 ½ años. Desde el punto de vista de la agudeza
visual el 76% de los ojos con etapa 4A fueron ciegos a los 4 ½
años (41).
El número de segmentos con DR fue un factor predictor del
pronóstico a largo plazo de estos ojos. Un 20% de aquellos
ojos que tuvieron 9 ó menos sectores (3 segmentos) comprometidos
tuvieron un resultado estructural desfavorable comparados con el
92% de aquellos que tuvieron 13 ó más sectores comprometidos.
Considerando al fondo de ojo subdividido en 34 sectores, 12 en zona
I, 12 en zona II y 10 en zona III. Sin embargo el resultado funcional
dependerá no sólo del número de sectores retinales
comprometidos por el DR sino también por la presencia de
compromiso macular a los tres meses.
La aparición de estos desprendimientos retinales tiene relación
con la formación de membranas vítreas y epirretinales
(35). El desprendimiento retinal en ROP es característicamente
traccional, con un mayor o menor componente exudativo y en algunos
casos mixto.
DR 4A
DR 5
Las características del vítreo en
el prematuro son distintas a las de un adulto. En el prematuro el
vítreo constituye realmente un gel que pareciera tener una
continuidad anatómica con el plano de la retina, lo que hace
la extracción de la hialoides posterior prácticamente
imposible por medios mecánicos, sin el riesgo de generar
desgarros o diálisis retinales.
La neovascularización proveniente del ridge tiende a crecer
hacia el vítreo, formando verdaderas láminas fibrosvasculares
que llegan a tomar contacto con el cristalino y cuya contracción
contribuirá al desprendimiento retinal. La formación
y contracción de estas membranas generará multiples
vectores de tracción vítreo-retinales que determinarán
la configuración final del DR.
Vectores vitreo-retinales (4):
a) Vector de tracción desde el ridge al cristalino.
b) Vector de tracción entre el ridge y el cuerpo ciliar (Foto
A).
c) Vector generado por la formación de condensaciones vítreas
entre los distintos sectores del extremo anterior del ridge.
d) Vector entre el ridge y la retina.
e) Vector circunferencial generado por la contracción del
ridge (Foto B).
Foto B
Foto A
Cuando el DR es total, la suma de estos vectores dará origen a distintas configuraciones del desprendimiento de retina. Entre ellas tenemos (17):
a) Túnel abierto tanto anterior como posteriormente, en este caso existe un DR cóncavo que se extiende hacia la papila.
b) Túnel estrecho tanto anterior como posteriormente, el desprendimiento retinal se localiza apenas detrás del cristalino.
c) Túnel abierto anteriormente y cerrado o estrecho posteriormente (Foto A).
d) Túnel cerrado anteriormente y abierto posteriormente (Foto B).
Foto
A
Foto
B
Los DR exudativos se encuentran acompañando al desprendimiento traccional principalmente durante el período agudo de retinopatías severas y este componente suele involucionar a medida que la retinopatía se inactiva. El líquido subretinal contiene sangre. Es denso, de color citrino y en ocaciones es posible observar cristales que se desplazan en el espacio subretinal, principalmente en aquellos desprendimientos retinales crónicos.
El tercer tipo de desprendimiento retinal es el
DR mixto que suele combinar DR traccional con un
componente regmatógeno producto de diálisis retinales
por la contracción de membranas fibrovasculares y aquellos
casos en que se ha producido necrosis de la retina secundarios al
tratamiento de la etapa aguda con crioterapia (foto); son estos
los casos de mayor complejidad en su resolución quirúrgica
exigiendo la mayoría de ellos la aplicación adicional
de explantes y silicona, pese a lo cual el pronóstico es
malo.
El diagnóstico del desprendimiento retinal
debe ser precoz pues la evolución del DR suele ser muy veloz.
Al operar un paciente en Etapa 4A esperamos obtener mejores resultados
anatómicos y funcionales. En este estado la cirugía
es también menos invasiva, generalmente puede ser realizada
con técnica 25G y permite la conservación del cristalino
pues la formación de membranas retino-cristalineanas aún
no se ha consolidado y no han tomado contacto con este. Cuando operamos un paciente en etapas 4B más
avanzadas, es necesaria la extracción del cristalino para
tener un acceso al polo posterior. El abordaje anterior a través
del limbo en estos casos (4B o 5) evita iatrogenias como las diálisis
o desgarros retinales al momento de ingresar al ojo.
Desprendimiento Retinal en Zona I:
El DR en zona I suele presentar una anatomía distinta al
DR clásico en ROP. En aquellos casos con evolución
desfavorable, es posible observar como la neovascularización
se extiende más allá del ridge (foto a), continúa
la aparición de fibrosis epiretinal y contracción
de esta (foto b), generando el clásico DR en cono o volcán
(foto c).
Foto A
Foto B
Foto C
Desprendimiento Retinal Crónico:
Utilizamos el término de DR crónico
para pacientes que tienen un DR que ha evolucionado por más
de 6 meses, suele tratarse de etapas 4B o 5.
La historia natural de los pacientes con DR crónico es la
visión cero. En aquellos casos que no fueron tratados con
láser o crioterapia es frecuente encontrar como estado terminal
una anteriorización del diafragma iridocristalineano con
contacto entre el cristalino y la cornea, leucoma y descompensación
corneal, glaucoma y finalmente ptisis bulbi. En otros casos sin
embargo existe visión de luz y/o potenciales visuales evocados
positivos.
Su indicación quirúrgica pretende
evitar complicaciones secundarias al DR total, conservar visión
de luz lo que permite la mantención más adecuada de
los ritmos circadianos, una mejor adaptación al medio ambiente
y la posibilidad de mantener retina viable para terapias futuras
aún en desarrollo. Asimismo, la posibilidad de conservar
el globo ocular permite un mejor desarrollo orbitario y del macizo
facial.
Desprendimiento Retinal Tardío:
Aquellos pacientes que desarrollan algún grado de ROP tienen
mayor riesgo de desarrollar desprendimientos de retina a lo largo
de su vida. Estos corresponden a los DR tardíos.
El manejo quirúrgico del desprendimiento de retina tardío
es complejo. Se trata generalmente de DR regmatógenos, donde
existen adherencias patológicas del vítreo a la retina,
DVP parcial y desarrollan rápidamente PVR subretinal acentuada.
Generalmente su manejo primario es la vitrectomía sóla
o vitrectomía más explante.
En pacientes tratados con crioterapia ha sido descrita la aparición
de desprendimientos retinales regmatógenos por desgarros
en el límite entre la retina vascular y la avascular tratada
a la edad de 3 a 4 años de vida (45).