| VITRECTOMIA:
Se han descrito múltiples técnicas quirúrgicas
para el tratamiento del desprendimiento de retina por ROP. Entre
ellas la vitrectomía a cielo abierto, el buckling escleral,
la vitrectomía con o sin lensectomía y con o sin buckling
escleral. La técnica a utilizar dependerá de la etapa
en la que se encuentre el desprendimiento de retina y de la elección
del cirujano. La vitrectomía con conservación del
cristalino, idealmente con técnica 25G, será nuestra
elección siempre que sea posible de realizar.
El objetivo de la vitrectomía será
"Liberar la mayor cantidad de tracción retinal posible
sin generar un desgarro o diálisis retinal".
La Vitrectomía está indicada tanto en aquellos casos
en que ha habido un resultado anatómico desfavorable después
del láser o crioterapia, como en aquellos casos con hemovítrea
que impiden el tratamiento y en aquellos casos de ROP que evolucionan
con DR y no han sido tratados.
Es importante considerar que la anatomía
del DR del prematuro presenta diferencias en relación a lo
que se observa en los desprendimientos de retina del adulto. No
existe una diferenciación anatómica clara entre el
vítreo y la retina, lo que hace el DVP muy dificil por los
métodos convencionales; existen estructuras anatómicas
distintas como el ridge (Foto A). La retina avascular periférica
es muy friable, los espacios de trabajo son más reducidos
y la pars-plana prácticamente no existe.
En los casos 4A y algunos 4B es posible realizar una vitrectomía sin necesidad de remover el cristalino. En aquellos casos en que la tracción es muy anterior el abordaje quirúrgico se realiza a través del limbo (Foto B). La reaplicación parcial o total de la retina no necesariamente ocurre al momento de finalizar la vitrectomía sino incluso semanas o meses después (46).
Como el ojo del niño se encuentra en crecimiento,
membranas epiretinales residuales que inicialmente no generaban
tracción pueden ser causales de re-desprendimientos retinales,
ello hace necesario la reevaluación periódica del
fondo de ojo y de reintervenciones quirúrgicas si es necesario
para mantener o mejorar los resultados logrados. Realizar la vitrectomía
cuando aún existe un componente vasoproliferativo activo
le da un peor pronóstico. En estos casos es posible plantear
la aplicación de endofotocoagulación durante la cirugía
si la actividad es secundaria a áreas de retina no fotocoaguladas
(43) (Foto).
Un punto crucial es el momento en cual la cirugía
será indicada. Sabemos que el futuro del ojo con DR dejado
a su evolución espontánea será la fibroplasia
retrolental y la ceguera. Cuando esperamos hasta una etapa 5 para
indicar la cirugía, podemos aspirar sólo a resultados
más modestos desde el punto de vista funcional y anatómico.
Sabemos que aquellos pacientes que se presentan
con un DR 4A el 85% evolucionará a un compromiso macular.
Es por ello que consideramos a esta etapa (4A) como una ventana
terapéutica donde aún la anatomía del polo
posterior está conservada y podemos lograr los mejores resultados
anátomicos y funcionales. En estos casos es posible lograr
la reaplicación de la retina conservando el cristalino en
aproximadamente el 80%-90% de los casos y en un 73% de los casos
con agudezas visuales de 20/80 o mejor (4).
En una primera serie quirúrgica de nuestro
grupo en un total de 68 ojos consecutivos operados por desprendimiento
retinal por ROP obtuvimos 83% de resultados anatómicos favorables
en etapa 4A un 78% en aquellos en etapa 4B y sólo un 30%
en aquellos con etapa 5. Se consideró un resultado anatómico
favorable la reaplicación de la mácula y la ausencia
de pliegues en esta. Las cirugías fueron realizadas en promedio
a las 40 semanas de edad postmenstrual (35 a 51 semanas) y los resultados
fueron evaluados a los 3 meses. Entre los pacientes operados en
etapa 5 existe un grupo sin fotocoagulación previa. Si bien
en estos pacientes el porcentaje de reaplicaciones maculares fue
reducido, la cirugía condujo a abrir el túnel de retina,
la aplicación de algunos sectores de la retina periférica,
se mantuvo la visión de luz y se recuperaron las descompensaciones
corneales producto del contacto irido-cristalineano- corneal, en
la mayoría de los casos.
Complicaciones:
En aquellas vitrectomías donde es necesario poner puntos limbares en la zona de entrada de los instrumentos es frecuente observar reacciones cicatrizales exageradas con invasión de la conjuntiva hacia la cornea periférica, situación que puede ser obviada con el uso de la técnica 25G transconjuntival o con el retiro precoz de los puntos. En los niños no utlizamos incisiones autosellantes, ponemos puntos, pero es fundamental estar seguros de no producir un atrapamiento del iris con estos al término de la cirúgia (foto: caso referido post-cirugía).
Es importante estar atentos a la aparición
de Glaucoma, cuyo manejo puede requerir el uso
medicación tópica, de válvulas derivativas
o procesos ciclodestructivos. La catarata no suele
aparecer de regla luego de la vitrectomía en los niños,
sino generalmente como consecuencia a un trauma quirúrgico.
Quizá la mayor complicación durante la realización
de una vitrectomía en prematuros sea la producción
de un desgarro o diálisis retinal, lo que
transforma el desprendimiento retinal en un DR mixto de muy difícil
resolución (44).
  
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