El diagnóstico
diferencial de la retinopatía del prematuro debe considerar
dos tipos de patologías, en primer lugar aquellas condiciones
en que se producen alteraciones vasculares periféricas y
tracción retinal y las enfermedades que causan leucocoria.
Al momento del diagnóstico de ROP el antecedente de prematuridad
es fundamental. En aquellos casos que se presentan tardíamente
con desprendimiento retinal y leucocoria debemos tener siempre en
mente descartar un retinoblastoma por el riesgo vital que esta patología
implica.
Independientemente de cual sea el diagnóstico final sabemos
que el tratamiento precoz de la patología oftalmológica
en los niños nos proporcionará un mejor pronóstico
y que en estos casos no sólo esperamos el mejor resultado
visual, sino también la conservación de un globo ocular
asintomático y lo más cercano posible a la anatomía
normal, que le permita a nuestro paciente ver e integrarse de la
mejor forma afectiva y social con el medio que lo rodea. Nuestra
labor no termina con la cirugía, sino que esta da inicio
a un largo período de rehabilitación funcional.
Patologías que comprenden alteraciones retinales periféricas :
a) Vitreoretinopatía Familiar Exudativa
b) Incontinentia Pigmenti
c) Retinosquisis ligada al cromosoma X
d) Otros
Patologías que comprenden leucocoria:
a) Persistencia de la vasculatura fetal
b) Catarata congénita
c) Retinoblastoma
d) Toxocariasis
e) Enfermedad de Coats
f) Hemovítrea densa
g) Desprendimiento retinal crónico
h) Otros





  
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