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(Early Treatment For Retinopathy of Prematurity Randomized Trial):
Las indicaciones de tratamiento de ROP fueron cuestionadas, principalmente
en relación a aquellos pacientes que desarrollaban ROP en
Zona I. Surgió la idea que el tratamiento de los pacientes con ROP debía
ser realizado más precozmente (25, 37). Sin embargo este tratamiento
más precoz debía ser aplicado sólo a aquellos
pacientes en riesgo de desarrollar una ROP severa y no tratar a
aquellos que evolucionarían espontáneamente bien.
Pero, ¿Cómo saber cuales eran esos pacientes?. En
1999 se inició el Early Treatment for Retinopathy
of Prematurity Randomized Trial. En este estudio se sometió
a terapia de ablación periférica a aquellos ojos preumbrales
que presentaban características de alto riesgo de acuerdo
al RM-ROP2, un programa de análisis de riesgo basado en la
historia natural de la de la enfermedad de acuerdo a los datos aportados
por el Cryo ROP Study.
Los pacientes seleccionados para el estudio fueron RN prematuros
cuyo peso de nacimiento era inferior a 1251g. El primer examen fue
realizado a los 42 días de edad cronológica. Si los
RN desarrollaban ROP los padres eran consultados para aumentar la
frecuencia de los controles de fondo de ojo.
Si el riesgo de progresión a un resultado
desfavorable en ausencia de tratamiento era de un 15% o mayor los
pacientes eran randomizados a tratamiento dentro de las 48 horas,
el que generalmente era realizado con láser. Los ojos que
tuvieron un riesgo mayor o igual a un 15% fueron denominados preumbrales
de alto riesgo y aquellos con un riesgo menor a un 15% preumbrales
de bajo riesgo y fueron controlados cada 2 a 4 días por al
menos dos semanas hasta desarrollar una ROP de alto riesgo o regresar
en forma espontánea. Si ambos ojos eran preumbrales de alto
riesgo, uno de ellos era elegible para el tratamiento dentro de
las siguientes 48 horas y el ojo contralateral servía de
control y era manejado convencionalmente.
Los resultados funcionales fueron evaluados a los 9 meses mediante
el test de Teller y los vicios de refracción corregidos al
menos dos semanas antes de esta medición. Los resultados
anatómicos fueron evaluados mediante examen fundoscópico
a los 6 y a los 9 meses. Se consideró como resultado anatómico
desfavorable los mismos criterios utilizados en el Cryo-ROP.
Entre Octubre del 2000 y Septiembre del 2002 se enrolaron 828 RN
menores de 1251 g peso de nacimiento de los cuales 401 desarrollaron
una ROP preumbral de alto riesgo y obtuvieron el consentimiento
informado para la randomización. El 80% de ellos presentó
ROP preumbral de alto riesgo simétrico.
Al evaluar los resultados se vió que ICROP
(Clasificación Internacional de la Retinopatía del
Prematuro) fue un buen predictor de los preumbrales de alto riesgo.
La presencia de ROP en Zona I y la presencia de enfermedad 3 con
o sin Plus fueron los principales indicadores de este. De los ojos
con características de alto riesgo randomizados como controles
el 66.4% progresó a ROP Umbral y requirió tratamiento
vs. un 15.5% de aquellos clasificados como de bajo riesgo. Los ojos
preumbrales de alto riesgo requirieron tratamiento en promedio a
las 35.2 +/- 2.3 semanas (30.6-42.1 semanas) y a las 10 +/- 2 semanas
de edad cronológica, esto es dos semanas antes que aquellos
manejados convencionalmente.
En relación a la agudeza visual existió un claro beneficio
del tratamiento en los umbrales de alto riesgo con una reducción
de los resultados desfavorables de un 19.5% a un 14.5%. En relación
a los resultados estructurales existió un beneficio estadísticamente
significativo con el tratamiento precoz de los preumbrales de alto
riesgo con una reducción de un resultado anatómico
desfavorable de un 15.6% a un 9.1%. En aquellos ojos con preumbral
de bajo riesgo un resultado anatómico desfavorable ocurrió
sólo en un 1.3%.
El beneficio del tratamiento a los ojos preumbrales
de alto riesgo fue mayor en los resultados anatómicos que
funcionales. Esta diferencia podría explicarse por factores
de tipo neurológico que también pueden comprometer
la visión de estos niños o por la inmadurez del sistema
visual a los 9 meses cuando la medición de visión
fue realizada.
Al momento de evaluar los beneficios del tratamiento precoz de estos
niños es importante tomar en cuenta posibles efectos adversos
del tratamiento y un incremento en la frecuencia de tratamiento
en ojos que habrían evolucionado espontáneamente bien.
En ETROP, existió un incremento en las complicaciones sistémicas
como bradicardia, apnea o reintubación, posiblemente porque
los niños eran menores y por ende más lábiles
al momento del tratamiento. En relación a las complicaciones
oculares no hubo diferencias con los ojos tratados convencionalmente.
Al evaluar los resultados se observó que el 36.6% de los
ojos preumbrales de alto riesgo manejados convencionalmente presentaba
un resultado anatómico favorable y nunca desarrollaban ROP
Umbral. Lo que significa que un porcentaje de ojos fue tratado innecesariamente.
Inicialmente todos los ojos con ROP en Zona I fueron
clasificados como de alto riesgo, pero sin embargo aquellos que
presentaban ROP en Zona I etapa 1 ó 2 sin Plus y ojos en
Zona II etapa 3 sin Plus, si eran manejados convencionalmente presentaban
menos de un 5% de evolución anatómica desfavorable.
Los resultados de este análisis llevaron a considerar para
tratamiento aquellos pacientes clasificados como ROP tipo 1: Ojos
con ROP en Zona I cualquier etapa asociada a enfermedad Plus, ojos
con ROP en Zona I etapa 3 sin Plus y ojos con ROP en Zona II, etapa
2 ó 3 con PLUS. Agregando este concepto a la selección
de los pacientes se redujo en un 33% el número de pacientes
que podrían haber sido tratados innecesariamente. La
definición de Plus considera la presencia de al menos 2 cuadrantes
de tortuocidad y dilatación vascular de los vasos del polo
posterior.
Utilizando los criterios de tratamiento convencionales, alrededor
de un 6% de los RN prematuros menores de 1251g de PN desarrolla
ROP Umbral, utilizando la selección de pacientes del ETROP
aproximadamente un 8% podría requerir tratamiento.
El resultado de este estudio nos muestra que es
posible identificar características de la ROP que nos ayudan
a predecir que ojos son los más beneficiados por un tratamiento
precoz. En este estudio se sugiere que se debería considerar
realizar tratamiento en aquellos ojos catalogados como ROP
tipo 1. Considera que aquellos ojos portadores de ROP
tipo 2 (Zona I, etapa 1 ó 2 sin Plus y ROP en Zona
II, estado 3 sin Plus) debieran continuar examinándose periódicamente
hasta que regresen espontáneamente o progresen a ROP tipo
1 donde el tratamiento estaría indicado.
Sin embargo y pese al tratamiento precoz existe un grupo de ojos
que de todas formas evolucionarán desfavorablemente. (16)
  
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