FOTOCOAGULACIÓN CON LÁSER:

Fue la primera técnica usada para el tratamiento de la ROP por Nagata y col. 1967, pero debido a las dificultades técnicas que implicaba el uso del láser Xenón fue reemplazado por la criocoagulación. Con el desarrollo de unidades de láser portátiles y pese al debate en relación a las ventajas del láser versus crioterapia para el tratamiento de estos niños, la fotocoagulación con láser y específicamente con láser diodo 810 nm es en la actualidad el tratamiento de elección. El tratamiento con láser tiene mejores resultados anatómicos y funcionales que el tratamiento con crioterapia (40-47). Su principal ventaja está en el tratamiento de retinopatías posteriores, donde se logran resultados anatómicos favorables en el 83% de aquellos casos tratados con láser versus el 25% de aquellos tratados con crioterapia. En ROP en Zona II la crioterapia permite obtener un 75 % de resultados anatómicos favorables y el láser sobre el 90%.

Cómo hacer el tratamiento:
En la actualidad utilizamos láser diodo 810 nm. Lo aplicamos transpupilarmente mediante fotocoagulación indirecta. Los spots de láser se aplican sobre toda la zona de retina avascular, desde el ridge a la ora serrata, dejando un espacio de 1/2 spot sin tratar entre uno y otro, es decir, de manera semiconfluente.

El tratamiento láser confluente tendría mayor riesgo de complicaciones al ser un tratamiento más agresivo. Una fotocoagulación excesiva podría provocar isquemia del segmento anterior, principalmente cuando se tratan intensamente los meridianos de las 3 y de las 9. Sin embargo un tratamiento insuficiente no logrará detener la actividad vasoproliferativa como es deseado.

Para el tratamiento utilizamos una lupa de 20 y/o 28 dioptrías. Configuramos el láser para aplicar un poder entre 100mw y 300 mw. Debemos iniciar el tratamiento siempre con la mínima potencia posible con la que obtengamos un efecto retinal satisfactorio, en general es posible completar el tratamiento con alrededor de 140mw de potencia. Necesitaremos mayor potencia en las zonas cercanas al ridge (180-250 mw) y en aquellas zonas cercanas a la Ora Serrata utilizaremos un poder menor (100mw) con un tiempo de aplicación de 200 milisegundos.

Si estamos utilizando demasiada energía para lograr el efecto deseado debemos chequear que estemos haciendo un foco adecuado antes de aplicar el láser. Si tratamos con una potencia de láser excesiva podemos generar rupturas de la membrana Bruch y sangramiento. En aquellas zonas que utilicemos una lupa de 28 Dioptrías para el tratamiento debemos prestar atención en regular la potencia del láser. La fotocoagulación debe ser realizada con modo de repetición automatica sólo si se tiene certeza de que los spots están siendo aplicados en la retina para evitar dañar estructuras como el iris y cristalino.

Para aquellos casos con ROP en zona I se aplican aproximadamente 2000-2500 spots de láser por ojo y para aquellos casos en zona II entre 1500 y 1800 spots.

Lograremos el efecto deseado al utilizar la menor potencia efectiva y poner spots semiconfluntes (Foto B), evitando utilizar altas potencias y dejando muchas áreas de retina avascular sin tratar (Foto B) .

Foto A
Foto B

Al indentar para aplicar el láser en las zonas más periféricas se debe evitar ejercer una presión sostenida y prolongada y así evitar descompensaciones del epitelio corneal que nos dificulte la visión del fondo de ojo para continuar con el tratamiento de otras áreas.

Cuando estamos fotocoagulando debemos seguir un orden, aplicando el láser en forma circular alrededor del ojo, de manera que el último spot sea aplicado al lado del primero y así evitar dejar espacios aislados sin tratar. Se recomienda iniciar la fotocoagulación por temporal que suele ser el área avascular más extensa, pero más fácil de fotocoagular .

Al fotocoagular es posible acceder más fácilmente a aquellas zonas cercanas al ridge y aquellas zonas cercanas a la Ora Serrata. Al indentar para alcanzar este último sector podemos ocultar una zona de retina avascular intermedia, para evitarlo debemos realizar movimientos laterales con el indentador de manera de exponer estas zonas para ser fotocoaguladas, como se aprecia en la fotografía.

Luego de la fotocoagulación el paciente será examinado al día siguiente para evaluar principalmente el estado del polo anterior. Se realizará fondo de ojo semanalmente hasta comprobar la regresión de la enfermedad. No debemos olvidar que en los días siguientes a la aplicación del láser podemos encontrar que la retinopatía ha seguido un curso progresivo.

Entre los 10 y 15 días post tratamiento debemos encontrar signos de regresión, si esto no ocurre debemos buscar sectores de retina avascular no tratados que requieran más láser. En AP-ROP el retratamiento puede ser tan precoz como 5 días luego de las primera aplicación de láser. Si durante este período se produce un desprendimiento retinal el paciente debe ser vitrectomizado. En estos casos si es necesario aplicar más láser se hará durante la vitrectomía.

Resultados del tratamiento:

Entre los años 1995 - 2002, realizamos tratamiento con láser a 57 ojos de 29 prematuros consecutivos con retinopatía en zona I y 177 ojos de 93 prematuros con retinopatía en zona II. El 46 % de los pacientes con ROP en zona I tuvo resultado desfavorable con el tratamiento con láser, versus el 5% de aquellos que presentaron ROP en zona II. En aquellos pacientes con ROP en zona I quienes presentaron zona I posterior tuvieron un 100% de resultados desfavorables, versus el 35% de aquellos que presentaron ROP en zona I anterior.


Estos resultados en Zona I pueden ser atribuídos al tratamiento de estos niños una vez alcanzado el Umbral de acuerdo a los criterios del Cryo ROP Study. Hoy serían tratados más precozmente. La derivación tardía para tratamiento por la alta prevalencia de morfología atípica y los retrasos del tratamiento generados por la dificultad en el traslado de estos niños tan lábiles desde el punto de vista sistémico sin duda jugó un rol en estos resultados.

Desde Julio del 2005 en que los criterios de ETROP son utilizados para indicar el tratamiento y los plazos de este, son estrictamente respetados no han existido resultados desfavorables, tanto para aquellas ROP en Zona I como Zona II.

Contraindicaciones:
La opacidad de medios contraindica la fotocoagulación, al igual que la crioterapia. En estos casos la vitrectomía con endofotocoagulación será el tratamiento de elección.

En pacientes, portadores de una túnica vasculosa lentis ingurgitada, la dilatación pupilar puede ser dificil. Sin embargo, con la aplicación de midriáticos en forma adecuada siempre se logra una dilatación suficiente para la fotocoagulación.

Complicaciones:
La fotocoagulación con láser indirecto tiene menos complicaciones locales a nivel de la conjuntiva y párpados que la crioterapia. Puede haber hiperemia conjuntival, quemaduras corneales superficiales y edema epitelial corneal. Quemaduras del iris con iridociclitis y producción de sinequias posteriores e hifema, fotocoagulaciones de la retina vascular e incluso de la mácula. Estas complicaciones son de baja prevalencia en manos experimentadas.

Se ha descrito la formación de cataratas en el 2-6% de los casos (36). La etiología de las cataratas sería el daño térmico generado por la absorción de energía del láser por la túnica vasculosa lentis y el pigmento iridiano. Este efecto sería menor con el láser diodo que con el argón. Las cataratas pueden ser parciales sin repercusión visual, subcapsulares o corticales, pudiendo desaparecer en forma espontánea a las 2 a 6 semanas post fotocoagulación; o cataratas totales que impiden la visualización del fondo, cuya etiología podría atribuirse a isquemia del polo anterior o a daño de la cápsula del cristalino por el láser y que requieren extracción por cirujano vitreoretinal por la posible presencia de adherencias vítreas (36).